Saliendo del Armario
Ayer fui a comer con unos compañeros del trabajo a un restaurante japonés (a los que me estoy aficionando mucho aquí en Seattle), y en la comida salió un tema bastante sensible para mi la verdad. Carlos Aeroroldy, que estaba a mi lado y que también tiene un blog me comentó que ya tenía tema para una entrada para el blog, que lo tenía (tan) abandonado (como él el suyo), y primero pensé: pues vaya mierda de post, después del tiempo que llevo sin escribir les suelto semejante jilipollada… pero en vista de que aquí me tenéis, en frente del ordenador y dándole a la tecla, debe ser que no doy para más.
Este post se llama "Saliendo del Armario”, por que ya va siendo hora la verdad.
Total, en el fondo hace mucho tiempo que lo se, pero que no se lo digo a nadie, bueno sí, se lo digo a algunos compañeros y amigos, pero siempre en plan de broma, eso me ayuda a aliviar el agobio de tener que callármelo todo el rato a la vez que salvo la imagen que todos tienen de mí. Es lo que tiene hablar en plan broma, que puedes decir verdades como puños, pero como estás de guasa pues como que nadie realmente te cree y la cosa se queda en unas risas: Ja ja ja, pues a mí el otro día no se me levantaba ja ja ja, joder con la edad eh? Claro, claro, es que ya vamos para mayores ja ja ja!… en fin… asco de vida.
Lo que no recuerdo es si lo he hecho alguna vez en familia. En familia es siempre más complicado por que te conocen más, y puede que sueltes algo y aten cabos, se acuerden de vete tú a saber que anécdota y te pillen… especialmente si ha habido casos en el entorno familiar cercano antes del tuyo (que no es así hasta donde yo se me, todo hay que decirlo). La cosa es que es siempre más arriesgado, y a riesgo de romper la unidad familiar, pues uno anda con más cuidado. Ser "diferente" no es facil la verdad.
De todas formas uno lleva una vida en la que es fácil tener coartada, a fin de cuentas, estoy con Rebeca y somos una pareja normal, trabajamos, estudiamos, nos vamos de vacaciones cuando podemos y todas esas cosas… lo normal vaya… salvo dejarnos estafar comprándonos una casa andamos bastante por el estereotipo creo yo…
Pero ha llegado el momento, estoy harto de ocultarlo y lo pienso escribir a los cuatro vientos (literarios… si los hay, que no lo se):
Sergio Bonachela es un Rico atrapado en un cuerpo de Pobre.
Así es, no me miréis con cara de ascazo ahora porque es lo que hay, Soy un Rico atrapado en un cuerpo de Pobre, y de la misma manera que yo lo he asumido vosotros hacéis un esfuerzo y lo asumís también.
El caso es que como tal, exijo que al igual que el Estado contempla los casos de hombres atrapados en cuerpos de mujeres (o viceversa) se me reconozca mi problema y en consecuencia se dispongan las medidas adecuadas por las cuales se me cure, con la correspondiente inyección económica en la cuenta bancaria conveniente, la ignominiosa situación en la que me veo sumergido. Lo que me toca por derecho más la justa indemnización correspondiente claro, y es que van ya 32 años viviendo atrapado en este cochino cuerpo de pobre, que además no es ni siquiera demasiado guapo y para colmo está empezando a echar una barriga que yo no he solicitado en ningún momento… ya se me podría poner dura como cuando tenía veinte años no? o salirme más pelo en la cabeza puñetas, que tengo unas entradas ya que no veas! pero no señores, en vez de eso, el pelo que me crece es el de las orejas, y para colmo me sale barriga, tócate los huevos!
(tócatelos campeón y luego me dices que se te levanta como antes… anda supermán…)
Bueno, que me voy por las ramas, centrando el tema de nuevo: que tampoco quiero demasiado vaya, lo justo para ser rico y no tener que trabajar de por vida... no se si me seguís.
Y es que no entenderé nunca jamás a esos que están forrados y siguen trabajando… o sea, te sale el dinero por las orejas (como a mí los pelos) y aún así te levantas todos los días para ir a trabajar? Tu… tu… tu eres tonto vamos, tu no te mereces ni el dinero que tienes!. Si lo que te gusta es trabajar pues dame tu dinero y a partir de ahí tu a lo tuyo, que yo iré a lo mío y ya verás como no te vuelvo a molestar más… no me vas a ver el pelo en tu vida chaval! (ni el de las orejas ni el de la cabeza, claro que esto último al ritmo que va no es muy difícil que pase).
A mi me dejas con pasta en mi casa, y es que ni asomo de sombra de intención de ganas de ir a trabajar oyes, pero nada de nada de nada de nada de nada de nada. En mi vida lo único que realmente me sobra es el tiempo empleado trabajando hombre, nunca tengo el tiempo para hacer todo lo que quiero hacer, y lo que es peor, encima tampoco tengo el dinero muchas veces, de lo cual se deduce que encima de que empleo el tiempo haciendo algo que no quiero hacer, ni siquiera obtengo una compensación como dios manda por ello.
Por si el Estado no quiere reconocer el grave problema mio, ni subvencionar la inyección económica necesaria, estaba pensando en escribir una carta al recién formado Ministerio de Igualdad allí en España, para solicitar que se me iguale al nivel económico pongamos de cualquier famosete salido de OTgpqmgea (Operación Truñazo gordo, pero que muy gordo este año) o similar y que se haya forrado en consecuencia. No albergo muchas esperanzas de que me hagan caso, habida cuenta de que el máximo interés demostrado por los políticos, sean del color que sean, es el de quedarse todo el dinero que puedan para ellos y sus amigotes (a ver, a ver: constructores, banqueros... vaya, por pintamonas aeronáuticos no les viene nada, cachisenlamar...). Así que si se os ocurren más ideas para solucionar mi problema estoy abierto a escucharlas. Tan sólo tened en cuenta mi limitado nivel mental a la hora de hacer proposiciones… muy probablemente os pase entonces como a mi, y os quedéis totalmente en blanco.
En fin, espero que sigáis queriéndome a pesar de las estupideces que os acabo de contar, pero uno es así y no lo puede evitar. Estoy seguro que los más sensibles de entre vosotros sabréis comprenderme y perdonarme por no ser Pobre de Pura Cepa como vosotros, pero no estaría siendo honesto si no os lo dijera. Aunque os duela leerme decir esto, es algo de lo que soy incapaz de avergonzarme.
Un saludo.
___________________________________________
Pd. No se me levantará como antes, pero que tamaño chicos! Que tamaño! eso no mengua!…
Total, en el fondo hace mucho tiempo que lo se, pero que no se lo digo a nadie, bueno sí, se lo digo a algunos compañeros y amigos, pero siempre en plan de broma, eso me ayuda a aliviar el agobio de tener que callármelo todo el rato a la vez que salvo la imagen que todos tienen de mí. Es lo que tiene hablar en plan broma, que puedes decir verdades como puños, pero como estás de guasa pues como que nadie realmente te cree y la cosa se queda en unas risas: Ja ja ja, pues a mí el otro día no se me levantaba ja ja ja, joder con la edad eh? Claro, claro, es que ya vamos para mayores ja ja ja!… en fin… asco de vida.
Lo que no recuerdo es si lo he hecho alguna vez en familia. En familia es siempre más complicado por que te conocen más, y puede que sueltes algo y aten cabos, se acuerden de vete tú a saber que anécdota y te pillen… especialmente si ha habido casos en el entorno familiar cercano antes del tuyo (que no es así hasta donde yo se me, todo hay que decirlo). La cosa es que es siempre más arriesgado, y a riesgo de romper la unidad familiar, pues uno anda con más cuidado. Ser "diferente" no es facil la verdad.
De todas formas uno lleva una vida en la que es fácil tener coartada, a fin de cuentas, estoy con Rebeca y somos una pareja normal, trabajamos, estudiamos, nos vamos de vacaciones cuando podemos y todas esas cosas… lo normal vaya… salvo dejarnos estafar comprándonos una casa andamos bastante por el estereotipo creo yo…
Pero ha llegado el momento, estoy harto de ocultarlo y lo pienso escribir a los cuatro vientos (literarios… si los hay, que no lo se):
Sergio Bonachela es un Rico atrapado en un cuerpo de Pobre.
Así es, no me miréis con cara de ascazo ahora porque es lo que hay, Soy un Rico atrapado en un cuerpo de Pobre, y de la misma manera que yo lo he asumido vosotros hacéis un esfuerzo y lo asumís también.
El caso es que como tal, exijo que al igual que el Estado contempla los casos de hombres atrapados en cuerpos de mujeres (o viceversa) se me reconozca mi problema y en consecuencia se dispongan las medidas adecuadas por las cuales se me cure, con la correspondiente inyección económica en la cuenta bancaria conveniente, la ignominiosa situación en la que me veo sumergido. Lo que me toca por derecho más la justa indemnización correspondiente claro, y es que van ya 32 años viviendo atrapado en este cochino cuerpo de pobre, que además no es ni siquiera demasiado guapo y para colmo está empezando a echar una barriga que yo no he solicitado en ningún momento… ya se me podría poner dura como cuando tenía veinte años no? o salirme más pelo en la cabeza puñetas, que tengo unas entradas ya que no veas! pero no señores, en vez de eso, el pelo que me crece es el de las orejas, y para colmo me sale barriga, tócate los huevos!
(tócatelos campeón y luego me dices que se te levanta como antes… anda supermán…)
Bueno, que me voy por las ramas, centrando el tema de nuevo: que tampoco quiero demasiado vaya, lo justo para ser rico y no tener que trabajar de por vida... no se si me seguís.
Y es que no entenderé nunca jamás a esos que están forrados y siguen trabajando… o sea, te sale el dinero por las orejas (como a mí los pelos) y aún así te levantas todos los días para ir a trabajar? Tu… tu… tu eres tonto vamos, tu no te mereces ni el dinero que tienes!. Si lo que te gusta es trabajar pues dame tu dinero y a partir de ahí tu a lo tuyo, que yo iré a lo mío y ya verás como no te vuelvo a molestar más… no me vas a ver el pelo en tu vida chaval! (ni el de las orejas ni el de la cabeza, claro que esto último al ritmo que va no es muy difícil que pase).
A mi me dejas con pasta en mi casa, y es que ni asomo de sombra de intención de ganas de ir a trabajar oyes, pero nada de nada de nada de nada de nada de nada. En mi vida lo único que realmente me sobra es el tiempo empleado trabajando hombre, nunca tengo el tiempo para hacer todo lo que quiero hacer, y lo que es peor, encima tampoco tengo el dinero muchas veces, de lo cual se deduce que encima de que empleo el tiempo haciendo algo que no quiero hacer, ni siquiera obtengo una compensación como dios manda por ello.
Por si el Estado no quiere reconocer el grave problema mio, ni subvencionar la inyección económica necesaria, estaba pensando en escribir una carta al recién formado Ministerio de Igualdad allí en España, para solicitar que se me iguale al nivel económico pongamos de cualquier famosete salido de OTgpqmgea (Operación Truñazo gordo, pero que muy gordo este año) o similar y que se haya forrado en consecuencia. No albergo muchas esperanzas de que me hagan caso, habida cuenta de que el máximo interés demostrado por los políticos, sean del color que sean, es el de quedarse todo el dinero que puedan para ellos y sus amigotes (a ver, a ver: constructores, banqueros... vaya, por pintamonas aeronáuticos no les viene nada, cachisenlamar...). Así que si se os ocurren más ideas para solucionar mi problema estoy abierto a escucharlas. Tan sólo tened en cuenta mi limitado nivel mental a la hora de hacer proposiciones… muy probablemente os pase entonces como a mi, y os quedéis totalmente en blanco.
En fin, espero que sigáis queriéndome a pesar de las estupideces que os acabo de contar, pero uno es así y no lo puede evitar. Estoy seguro que los más sensibles de entre vosotros sabréis comprenderme y perdonarme por no ser Pobre de Pura Cepa como vosotros, pero no estaría siendo honesto si no os lo dijera. Aunque os duela leerme decir esto, es algo de lo que soy incapaz de avergonzarme.
Un saludo.
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Pd. No se me levantará como antes, pero que tamaño chicos! Que tamaño! eso no mengua!…
...
Por que si menguara más ya no se que haría la verdad: Si cada vez que me la saco para mear en Boeing y me ven con las dos manos los tíos me miran como con envidia, pero ya verás el día que se enteren de que yo soy de los que necesito una mano para la lupa y otra para cogermela con las pinzas de depilar…
verás que risas entonces…
