2010/07/26

Yosemite National Park

Antes de que le echéis la culpa a la xbox de mi bajo rendimiento blogero que sepáis que la probecita no tiene la culpa de nada y que está tan castigada como vosotros. Como en cada una de las anteriores ocasiones parece ser que con cada traslado necesito un periodo de tiempo para centrarme en el nuevo sitio. No sólo eso: he seguido a un buen ritmo de horas extras y el 5 de julio empezó el verano por aquí, y con él por fin el sol y las buenas temperaturas, con lo que las ganas de sentarse en frente del portátil se han visto considerablemente mermadas. Le añadimos a la situación alguna bonachelada crepuscular de la que os enteraréis a su debido tiempo y algunos paseos en avioneta aprovechando amigos de Boeing y tenéis el combinado perfecto para que el blog se resienta.

Pero no me olvido de lo adeudado, así que retomando las cosas donde las dejamos y cómo bien apunta el título del post, hoy toca Yosemite!

01.022.Yosemite.Upper.&.Lower.Falls.from.Yosemite.Village.Meadow

Haciendo memoria no creo que podamos decir que durante el roadtrip fuéramos muy afortunados, de hecho los dos únicos sitios que pudimos disfrutar de verdad fueron Death Metal Valley y Yosemite National Park. El resto del viaje, ya fuera por las condiciones climatológicas propias del principio de la primavera o por la presencia todavía masiva de nieve y riesgos de avalanchas (que impedían acceder a muchas localizaciones) se quedó un poquito cojo.

Así que Abril demostró ser un mes del año entre demasiado tarde y demasiado pronto para poder sacarle jugo al roadtrip planeado excepto para las dos mencionadas salvedades. Mientras en Death Valley tuvimos la suerte de ver sus valles floridos y disfrutar de unas temperaturas agradables mientras lo explorábamos (para lo que pueden llegar a ser allí), en Yosemite tuvo la poca casual característica de ser el mejor momento del año para poder ver las cascadas de agua en su pleno esplendor, una exhibición natural que convierte al famoso Valle de Yosemite en un sitio más espectacular si cabe de lo que ya de por si es. Además tiene la gracia de hacerlo huyendo de las grandes afluencias que suelen llegar al parque más entrados en mayo, masas humanas que no abandonarán el parque hasta finales del verano.

Yosemite fue el primer Parque Nacional Americano y también el primero que visité cuando llegué a EEUU, hallá por el invierno de 2006-2007. Quizá por el hecho de ser el primero ocupa un lugar muy especial en mi lista de "sitios a volver tan pronto tengas oportunidad". En aquel entonces me pasé la semana de navidad y nochevieja dentro del parque, disfrutando del magnifico entorno natural y de sus monumentales vistas en una soledad algo melancólica (por las fechas) pero disfrutada, conociendo a un montón de gente y haciendo excursiones todos los días a distintos puntos del valle, nevado en aquel entonces. Sabía que alguna vez tendría que regresar para enseñárselo a Rebeca, pero también por el egoísta deseo de ver las cascadas en sus máximos debido al deshielo, y no los exiguos riachuelos semicongelados que eran en invierno.

En Octubre del 2009, aprovechando nuestra nueva localización en San Diego Rebe y yo decidimos hacer un roadtrip por toda California, que eventualmente y como no podía ser de otra manera, recaló en Yosemite unos días. Fueron un par, los suficientes para llevarnos uno de los recuerdos más bonitos que tengo del parque en forma de puesta de sol desde Glacier Point, a 980 metros del suelo del Valle, frente al mítico Half Dome y Tenaya Canyon, y también para convencer a Rebeca de que nuestra próxima excursión sería al Parque Nacional, en primavera del año siguiente al margen de lo que ocurriera con el trabajo en San Diego.

04.007.Tenaya.Canyon.Sunset.View.from.Glacier.Viewpoint

Y eso nos sitúa de nuevo en el roadtrip de camino a mi nuevo destino de trabajo, que allá por principios de Abril todavía era Montreal. Después de pasarnos un par de días en el pueblo de Mariposa, a puertas del parque esperando que el tiempo mejorara para entrar, llegó por fin la ventana de buenas condiciones justo en las fechas en las que teníamos reservas en una caseta de lona con calefacción en Camp Curry (sitio que ya conocía de la primera visita al parque) y nos dispusimos a disfrutar de nuestros cinco días dentro del Valle.

El mismo día que entramos en el parque, justo en la primera parada de Tunnel View, recibí la llamada de mi empresa para notificarme que mi destino final era Seattle y no Montreal, como previamente se había acordado. Es curiosa la vida a veces, recibir semejante noticia mientras se contempla la hermosa e imponente vista de la entrada del valle, con el famoso (entre la comunidad de escaladores) Capitán a la izquierda y La Catedral y Bridaveil falls a la derecha, tiene algo de mágico (a falta de una palabra mejor) difícil de transmitir.

03.001.Valley.View.from.Tunnel.Viewpoint

En los siguientes días nos dedicamos a explorar el Valle, formado gracias a la erosión provocada por un enorme glaciar que durante cientos de miles de años pulió y excavó su lecho hasta dejar los precipicios de granito que se pueden contemplar hoy en día, y a hacer pequeñas rutas que nos llevaron a los pies del Capitán (en cuya pared de 910 metros de altura se pueden ver por la noche las luces de los escaladores montando campamentos colgados para poder dormir y continuar la ascensión al día siguiente), a Bridalveil Falls (188 metros) y a los Mirror Lakes en Tenaya Canyon a ver el reflejo de Half Dome que da nombre a las lagunas. También aprovechamos para hacer un par de excursiones más largas, una para llegar hasta las Nevada Falls (181 metros)usando el húmedo y espectacular Mist Trail que transcurre a los pies de las Vernal Falls (73 metros), y otra subiendo hasta la parte de arriba de Yosemite Falls (El conjunto de cascadas más alta en todo Norteamérica, con 739 metros, y cuya cascada superior tiene 436 metros!).

02.002.Vernal.Fall.from.Mist.Trail

Dicho así estoy seguro que suena impresionante, y espero que las galerías de fotos ayuden un poco más a retratar tan hermoso entorno natural. Pero ni las palabras ni las fotos podrán jamas transmitir la sensación de estar allí presente, de hallarse en tan ciclópeo lugar.
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Los Osos de Yosemite y los malos ratos...

Si bien en las veces que he visitado el parque no he visto osos más allá de huellas en la nieve la primera vez que estuve, los osos negros de Yosemite son bastante famosos. Activos en el valle durante todo el año (dadas las condiciones benignas reinantes no hibernan, al contrario que sus compañeros que habitan en las tierras altas del parque) hay que tener un cuidado especial con la comida mientras estés dentro del parque.

Además de las numerosas señales de advertencia que adornan los lugares más civilizados del parque los Rangers se encargan de dejar claro de lo que los osos son capaces pasando videos constantemente de cómo abren coches como si fueran de hojalata para meterse dentro y conseguir su ansiada comida. Y lo peor es que además de dejarte el coche siniestro después tienes que pagar una buena multa por contravenir las reglas del parque...

Toda la comida o producto que pueda oler de manera curiosa y pueda ser confundido con comida (como pasta de dientes por ejemplo)a menos que estés en un edificio como dios manda tiene que permanecer constantemente dentro de unos lockers de acero dispuestos en cada sitio de acampada o tienda de lona excepto cuando va a ser consumida.

El momento de paranoia máximo llega con las noches: Entonces oyes estruendoso golpeos en los los lockers de los alrededores y les oyes merodear por los campamentos. Todo muy emocionante a menos que... a menos que te estés meando claro, a ver quién es el listo que se levanta a hacer una excursión al servicio más cercano, sólo en la oscuridad con un frontal y sin saber cuando te vas a tropezar con un bichardo de esos... a vosotros os hará gracia, pero hay que vivirlo coño, que vaya ratos más malos aguantando de puro acojone de salir fuera de la tienda!
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Si acaso la única nota negativa de Yosemite es, de manera similar pero mucho más evidente que en Death Valley, la masificación del Valle incluso en tan temprana fecha. Por un lado el parque está tan o más desarrollado que el Parque Nacional de Grand Canyon, con varios hoteles, tiendas de alimentación, lavanderías e incluso su propio servicio autónomo (y gratuito) de autobuses. Por otro la mayor parte del año debido a la nieve el Valle es la única área abierta de un parque que es extensísimo (3.081 km², de los que el Valle tan sólo representa el 1%), así que la gente tampoco tiene manera de distribuirse. Lo cierto es que si el invierno es la única época del año en la que se que se puede ver Yosemite de una manera íntima, en verano llega a cotas ridículas, con verdaderos atascos en las carreteras que corren por el fondo del valle para hacer paradas en los viewpoints más famosos, y la única manera de escapar de la humanidad consiste en adentrarse en el Parque, mochila a la espalda y con sacos de dormir.

Con todo tres veces y os digo que no veo el momento de volver. Y Rebe conmigo. Todavía no hemos tenido ocasión de hacer una de las rutas más famosas, icónica para todos los practicantes del senderismo o hiking como lo llaman por aquí, que es la ascensión a Half Dome. Y como esa hay decenas más en todo el parque que en alguna ocasión nos gustaría disfrutar. Tiempo al tiempo, de momento os dejo con las galerías de fotos, esperando que sean de vuetro agrado: