Canon Powershot SD750 / Ixus 75
Después de unos meses conmigo no hay equipo electrónico que no se resienta. Por allá como por febrero, haciendo snow en Snoqualmie me cargué mi Ixus 40. En algún momento estando dentro del bolsillo de mi chaqueta accidentalmente se presionó el botón de encendido de la cámara sin yo notarlo, y en uno de mis múltiples y tristemente habituales guantazos en la nieve me cargué el objetivo. No me di cuenta hasta bastante después. Cuando quise sacar algunas instantáneas del atardecer desde un punto en las pistas especialmente bonito.
Teniendo la G7 conmigo no voy a decir que me agarrara un gran cabreo. Me fastidió, pero a fin de cuentas la cámara me la encontré abandonada en un concierto de música…. Asumí la pérdida y me dije que pronto me compraría otra para sustituirla y tener una cámara de repuesto de la G7. Cosa que no hice claro.
Estando en Crater Lake, después de unos meses de uso y abuso intensivo por mi parte, en el que están incluidos al menos dos piñazos, de la manera más inesperada simplemente mi G7 murió. En el corto trayecto en coche entre dos viewpoints en el cráter la cámara decidió que ya estaba bien de que la manoseara y no hubo manera de encenderla de nuevo. Me ha durado 8 meses y 11000 fotos.
Si es que ya se yo que mis cámaras deben ser por lo menos metálicas, y a ser posible de chapón de acero de 6mm , o mejor aún de forja.
En resumen, dos semanas de baja por depresión digital y 200 euros en reparaciones (incluida una limpieza de sensor que no se cómo pero tenía polvo). Y además en el peor momento, con Rebeca aquí de vacaciones…
Mientras recibo de nuevo mi querida G7 (sigue sin haber cámara en el mercado que pueda sustituirla!) fiel a la marca que tanto me gusta he encontrado el sustituto de la Ixus 40 que me cargué en febrero. Se trata de la Canon SD750 (Ixus 75 en Europa si no me equivoco). Llevo con ella poco tiempo, pero el suficiente para estar satisfecho con la compra. Es de lejos la mejor Ixus que he tenido: muy ágil y llena de detalles que me encantan. El mejor de ellos es que en vez de modo para revisar las fotos tan sólo tiene un botón de review específico para verlas, esto hace que cuando estas revisando tus fotografías y sientes la necesidad repentina de dispararle a algo no tienes que andar moviendo controles o cambiando de modos, simplemente apretando el obturador la cámara se pone en modo disparo a la vez que enfoca. (igual que la G7! Bien por Canon!) El resto son detalles, como un botón configurable al que le puedes asignar la función de video para tenerte que evitar también cambiar de modo en la cámara cada vez que quieres grabar un video, o acceso directo al ISO para variar la sensibilidad.
El modo manual es tan limitado como en el resto de la familia, pero aún así te permite tocar bastantes más cosas que lo habitual en el resto de las cámaras del sector de Point & Shot que apuestan por la estética y el tamaño. Además te da trucos como para suplir un poco que no deje elegir apertura o velocidad ya que por un lado los valores actuales adoptados por la cámara para un determinado momento si que te los presenta al presionar el obturador para que enfoque, y mientras lo presionas permite de manera muy sencilla (aunque exige un poco de práctica cogerle el truco) fijar el enfoque y/o la exposición de manera independiente, de manera que entre la información que te da por un lado y el juego que te permite de coger la luz y el enfoque de donde quieras para trasladarlo después al sujeto de tu fotografía por otro, se consigue jugar lo suficiente como para poder sacar lo mejor de la cámara.
La pantalla es brillante y de 3”. Se puede utilizar en condiciones de bastante luz, así que no se hecha de menos el diminuto visor óptico que las Ixus suelen tener (que en este caso se ha eliminado para hacer hueco a la gran pantalla). La resolución es tal que te permite percibir sin tener que pasar al ordenador cuando una foto es o no es realmente buena, una gozada vamos.
Por contra… bueno, se hecha de menos un poquito más de zoom (x3 óptico sabe a poco después del x6 de la G7), o como siempre empezar en unos 28mm en vez de en los típicos 35mm para tener un poquito más de angular; pero bueno, quizá lo que más hecho de menos es que no tenga estabilizador de imagen para ganarle algunos f/stops y no tener que subir el ISO cada vez que quiero hacer una foto con poca luz sin flash.
En fin, tampoco pretende ser esto un review extensivo de la cámara. Estoy contento con ella y espero sacarla provecho allí donde la G7 la reserve un poco. Lo que si me preocupa es que no tiene pinta de ser tan resistente como otras cámaras de la gama Ixus que he tenido, así que ya veremos que pasa el año que viene en las pistas de esquí con ella…
Teniendo la G7 conmigo no voy a decir que me agarrara un gran cabreo. Me fastidió, pero a fin de cuentas la cámara me la encontré abandonada en un concierto de música…. Asumí la pérdida y me dije que pronto me compraría otra para sustituirla y tener una cámara de repuesto de la G7. Cosa que no hice claro.
Estando en Crater Lake, después de unos meses de uso y abuso intensivo por mi parte, en el que están incluidos al menos dos piñazos, de la manera más inesperada simplemente mi G7 murió. En el corto trayecto en coche entre dos viewpoints en el cráter la cámara decidió que ya estaba bien de que la manoseara y no hubo manera de encenderla de nuevo. Me ha durado 8 meses y 11000 fotos.
Si es que ya se yo que mis cámaras deben ser por lo menos metálicas, y a ser posible de chapón de acero de 6mm , o mejor aún de forja.
En resumen, dos semanas de baja por depresión digital y 200 euros en reparaciones (incluida una limpieza de sensor que no se cómo pero tenía polvo). Y además en el peor momento, con Rebeca aquí de vacaciones…
Mientras recibo de nuevo mi querida G7 (sigue sin haber cámara en el mercado que pueda sustituirla!) fiel a la marca que tanto me gusta he encontrado el sustituto de la Ixus 40 que me cargué en febrero. Se trata de la Canon SD750 (Ixus 75 en Europa si no me equivoco). Llevo con ella poco tiempo, pero el suficiente para estar satisfecho con la compra. Es de lejos la mejor Ixus que he tenido: muy ágil y llena de detalles que me encantan. El mejor de ellos es que en vez de modo para revisar las fotos tan sólo tiene un botón de review específico para verlas, esto hace que cuando estas revisando tus fotografías y sientes la necesidad repentina de dispararle a algo no tienes que andar moviendo controles o cambiando de modos, simplemente apretando el obturador la cámara se pone en modo disparo a la vez que enfoca. (igual que la G7! Bien por Canon!) El resto son detalles, como un botón configurable al que le puedes asignar la función de video para tenerte que evitar también cambiar de modo en la cámara cada vez que quieres grabar un video, o acceso directo al ISO para variar la sensibilidad.
El modo manual es tan limitado como en el resto de la familia, pero aún así te permite tocar bastantes más cosas que lo habitual en el resto de las cámaras del sector de Point & Shot que apuestan por la estética y el tamaño. Además te da trucos como para suplir un poco que no deje elegir apertura o velocidad ya que por un lado los valores actuales adoptados por la cámara para un determinado momento si que te los presenta al presionar el obturador para que enfoque, y mientras lo presionas permite de manera muy sencilla (aunque exige un poco de práctica cogerle el truco) fijar el enfoque y/o la exposición de manera independiente, de manera que entre la información que te da por un lado y el juego que te permite de coger la luz y el enfoque de donde quieras para trasladarlo después al sujeto de tu fotografía por otro, se consigue jugar lo suficiente como para poder sacar lo mejor de la cámara.
La pantalla es brillante y de 3”. Se puede utilizar en condiciones de bastante luz, así que no se hecha de menos el diminuto visor óptico que las Ixus suelen tener (que en este caso se ha eliminado para hacer hueco a la gran pantalla). La resolución es tal que te permite percibir sin tener que pasar al ordenador cuando una foto es o no es realmente buena, una gozada vamos.
Por contra… bueno, se hecha de menos un poquito más de zoom (x3 óptico sabe a poco después del x6 de la G7), o como siempre empezar en unos 28mm en vez de en los típicos 35mm para tener un poquito más de angular; pero bueno, quizá lo que más hecho de menos es que no tenga estabilizador de imagen para ganarle algunos f/stops y no tener que subir el ISO cada vez que quiero hacer una foto con poca luz sin flash.
En fin, tampoco pretende ser esto un review extensivo de la cámara. Estoy contento con ella y espero sacarla provecho allí donde la G7 la reserve un poco. Lo que si me preocupa es que no tiene pinta de ser tan resistente como otras cámaras de la gama Ixus que he tenido, así que ya veremos que pasa el año que viene en las pistas de esquí con ella…