Reto Fotográfico Number One
Siempre he pensado que Seattle tiene una presencia magnífica cuando se ve desde el sur, justo como se ve cuando vienes en taxi desde el Aeropuerto, tal y como la vi la primera vez que aterricé aquí. El problema es encontrar un buen sitio para fotografiarla desde ese ángulo. El estadio de los Seahawks, el Qwest field, tiene una vista interesante, y hay una colina no muy apartada coronada por una mole de edificio (un hospital creo) que promete. Desde allí sin embargo no he conseguido nada demasiado satisfactorio, hay demasiado árbol tapando la vista. Para llegar a la colina se coge la calle 12, ésta atraviesa la I-90 mediante un puente bastante elevado que aunque todavía un pelín alejado le sitúa a uno justo enfrente de los estadios y da una buena perspectiva de la ciudad con la I-5 atravesándola como si se tratara de un auténtico rio. Una imagen imponente si es vista a las horas adecuadas, especialmente al ponerse el sol y por la noche.
Atardecer o noche significa poca luz, y poca luz significa exposiciones largas, y la propia naturaleza y leiv motif del puente y las condiciones ambientales generan cierta problemática.
Repasemos:
Primero, para exposiciones largas una de dos, o haces que te encementen de cuello para abajo, dejándote tan sólo libre el dedo con el que apretar el obturador de la cámara o utilizas un trípode. Por lo general la segunda opción es la más cómoda y elegida. Teniendo en cuenta que las barandillas del puente son bastante altas y redondas y que mi trípode es de 20cm (que bien queda esta frase: “mi trípode es de 20 cms”) esto sólo ya supone un reto, por que ya apoyar el trípode es más un arte de imaginación que una habilidad inherente.
Segundo, el puente se mueve como un demonio cada vez que algo o alguien lo atraviesa, y no olvidemos que es por lo que fue creado en primera instancia, lo que lo convierte en un hecho, digamos, habitual. Si ya cuando algún amante del deporte le da por atravesarlo corriendo el puente tiene la curiosa costumbre de ponerse en fase con el corredor, no os quiero contar cuando varios coches a la vez o un autobús lo atraviesa. Todavía no se cómo dejan estar en ese puente sin un arnés y unos buenos mosquetones sujetos a una cuerda de seguridad.
Y tercero, si esto de por sí no fuera suficiente reto el puente, que ya hemos dicho da una vista privilegiada, es un lugar bastante expuesto exactamente por la misma razón. Y eso, en Seattle y cuando se pone el sol, significa aire hipohuracanado. Siendo el coeficiente aerodinámico de una cámara algo totalmente irrelevante en su diseño y manufacturación, el resultado es un comportamiento pésimo ante vientos de tipo racheado.
Resultado:
Panorama de 5 fotos. Cada foto resultado de entre 5 y 8 intentos, esperando a que los semáforos dejaran pasar la menor cantidad de coches posible o que a nadie le diera por correr por encima del puente (que debe ser que te dan un premio si lo haces y a mi nadie me ha dicho nada coño). Cada intento es una exposición de 6 segundos, lo mismo que duraban mis apneas (por aquello de no añadir más movimientos de los específicamente necesarios… tanto aguantar la respiración me dio hasta dolor de cabeza…)
Atardecer o noche significa poca luz, y poca luz significa exposiciones largas, y la propia naturaleza y leiv motif del puente y las condiciones ambientales generan cierta problemática.
Repasemos:
Primero, para exposiciones largas una de dos, o haces que te encementen de cuello para abajo, dejándote tan sólo libre el dedo con el que apretar el obturador de la cámara o utilizas un trípode. Por lo general la segunda opción es la más cómoda y elegida. Teniendo en cuenta que las barandillas del puente son bastante altas y redondas y que mi trípode es de 20cm (que bien queda esta frase: “mi trípode es de 20 cms”) esto sólo ya supone un reto, por que ya apoyar el trípode es más un arte de imaginación que una habilidad inherente.
Segundo, el puente se mueve como un demonio cada vez que algo o alguien lo atraviesa, y no olvidemos que es por lo que fue creado en primera instancia, lo que lo convierte en un hecho, digamos, habitual. Si ya cuando algún amante del deporte le da por atravesarlo corriendo el puente tiene la curiosa costumbre de ponerse en fase con el corredor, no os quiero contar cuando varios coches a la vez o un autobús lo atraviesa. Todavía no se cómo dejan estar en ese puente sin un arnés y unos buenos mosquetones sujetos a una cuerda de seguridad.
Y tercero, si esto de por sí no fuera suficiente reto el puente, que ya hemos dicho da una vista privilegiada, es un lugar bastante expuesto exactamente por la misma razón. Y eso, en Seattle y cuando se pone el sol, significa aire hipohuracanado. Siendo el coeficiente aerodinámico de una cámara algo totalmente irrelevante en su diseño y manufacturación, el resultado es un comportamiento pésimo ante vientos de tipo racheado.
Resultado:
Panorama de 5 fotos. Cada foto resultado de entre 5 y 8 intentos, esperando a que los semáforos dejaran pasar la menor cantidad de coches posible o que a nadie le diera por correr por encima del puente (que debe ser que te dan un premio si lo haces y a mi nadie me ha dicho nada coño). Cada intento es una exposición de 6 segundos, lo mismo que duraban mis apneas (por aquello de no añadir más movimientos de los específicamente necesarios… tanto aguantar la respiración me dio hasta dolor de cabeza…)
Si la foto no os gusta, por lo menos habréis de reconocer la paciencia que se ha de tener para sacarla! Ah, y una felicitación cuanto menos a mi niña rebeca, que sin cementarse ni hacer estúpidas apneas ha conseguido estar lo suficientemente quieta como para salir perfectamente en la foto!
El próximo reto:
Foto nocturna de la Space Needle perfectamente enfocada con una exposición de 8 segundos montado en la puñetera noria que hay a sus pies y con un vibrador metido en elculo bolsillo, con dos cojones!.
El próximo reto:
Foto nocturna de la Space Needle perfectamente enfocada con una exposición de 8 segundos montado en la puñetera noria que hay a sus pies y con un vibrador metido en el