2009/03/01

Entendimiento Limitado (II)

Pese a que hice un poco de broma al final del artículo anterior era verdad todo lo que decía en el extenso prólogo, y sigue siendo mi intención compartir con vosotros ciertas opiniones y artículos que me parecen interesantes. En realidad serán tanto más interesantes cuanto más dispuestos estéis vosotros a pensar sobre ellos claro... pero oye, yo por lo menos pongo mi granito de arena por aquello de que para cambiar la realidad primero hay que conocerla (y en ese primer paso es donde estamos nosotros todavía por desgracia).

Juan Manuel Blanco es profesor titular de Análisis Económico en la Universidad de Valencia y hace poco escribió esta interesante divagación sobre nuestro desilusionante panorama político español, se titula ¿Por qué no funciona nuestro sistema político? y os lo recomiendo profundamente.

Os pongo a continuación algunos extractos que considero relevantes:

Una democracia necesita (...) elementos que impongan unos límites claros al ejercicio del poder y establezcan unos mecanismos de control permanentes: a) una Separación de Poderes efectiva entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, que establezca unos sistemas eficaces de vigilancia mutua y control entre ellos, b) un sistema directo de representación y exigencia de responsabilidades a los representantes, c) unos mecanismos adecuados de selección de los políticos, obligándoles a someterse previa e individualmente al escrutinio público y d) una prensa libre e independiente que proporcione la información veraz con la que los votantes puedan elegir.

(...) En España no existe un poder legislativo independiente. Las decisiones importantes las toman las direcciones de los partidos políticos y las trasladan al Parlamento a través de la disciplina de voto. El Legislativo no lleva a cabo, en la práctica, ninguna de las funciones que tiene encomendadas: ni controla al Gobierno, ni hace las leyes, ni ejerce la representación de los ciudadanos. No controla al Gobierno, pues el voto de cada parlamentario no depende, en absoluto, de cual haya sido la acción del Gobierno. Las leyes las hace en realidad el Ejecutivo y ordena a sus diputados votar a favor. Si el partido del Gobierno no tiene la mayoría, el Ejecutivo suele comprar a otros partidos minoritarios los votos que le faltan, a cambio de generosas y arbitrarias concesiones.

El sistema electoral se ha caracterizado por la total ausencia de una relación directa entre elector y elegido: no se vota al candidato sino a listas cerradas que elaboran las direcciones de los partidos políticos. No hay control de los ciudadanos hacia su representante pues, por lo general, nadie sabe quien le representa en el Parlamento (nacional o autonómico). El parlamentario individual no puede tener criterio propio, se convierte en una maquina de votar lo que le ordenan: ya no ejerce como representante de sus electores sino de la dirección de su partido. También es explicable que los debates en el Parlamento carezcan casi por completo de argumentos, ya que no hay que convencer a nadie: todos actúan por disciplina de voto. En conclusión, debido al sistema de elección por listas cerradas, el Parlamento deja de representar la soberanía popular para representar la voluntad de las cúpulas de los partidos.

(...)

El sistema español también produce una selección perversa de los representantes y gobernantes, ya que los criterios que acaban contando para ser diputado (nacional o autonómico) o concejal no son necesariamente la valía personal o profesional ni la confianza de los votantes en esa persona, sino otros como la lealtad al líder o una larga permanencia en el partido. Se fomenta así la creación de una casta de políticos que hacen del cargo su forma de vida. El mantenimiento en el poder se convierte en el objetivo primordial de la acción política y la discusión entre proyectos políticos se sustituye por una lucha encarnizada por el reparto de los puestos.

Finalmente, la lucha partidista se extiende a una buena parte de la sociedad civil a la que los partidos intentan controlar. En el caso de la prensa, el control se ejerce a través de la publicidad institucional y de las concesiones administrativas a los medios audiovisuales. En definitiva, la independencia de la prensa y de los medios se ha ido reduciendo de forma alarmante en los últimos años (...).

El artículo entero en el confidencial.

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Si ya se, que narices tiene todo esto que ver con Bonacheladas meets America o mi experiencia aquí? pues casi nada lo reconozco... El caso es que en las anteriores elecciones por encontrarme aquí en Seattle y no haber realizado las gestiones pertinentes con la embajada española en San Francisco no voté. Y no las hice por que sin saberlo expresar de una manera tan clara y didáctica como el artículo que os he puesto arriba, la política española me da ASCO, es ASQUEROSA y VERGONZANTE. Ningun partido genera en mi la mínima ilusión de voto y es más, si de mi dependiera estarían todos en la cárcel bajo presunción de culpabilidad. Creo que los últimos escándalos no son nada más que la punta del iceberg en el tema de la corrupción en España, se destape o no. Y no me vengáis con partidismos que somos más inteligentes que todo eso. TODOS sin excepción son los culpables de la situación actual que vivimos, unos por que sentaron las bases, otros por que no las modificaron y continuaron el mismo modelo económico. NINGUNO, ocupados como estaban enriqueciéndose indebidamente, puso freno a la situación pese a que sabían que era cuestión de tiempo que la burbuja de la construcción reventara y pese a los reiterados avisos de la Comunidad Económica Europea. Ahora tampoco NI UNOS NI OTROS nos están dando ninguna receta real (a nosotros, no a los bancos) para superar este bache, ni mucho menos serán capaces de unir fuerzas para tomar las decisiones que haya que tomar encaminadas a corregir el rumbo de la economía.

Supongo que estos post son mi manera de haceros ver que me preocupa la situación actual.