2008/12/04

Ves? Esto ya me ha gustado más...

Después del periodo vacacional con su consiguiente resaca y despertar a la realidad, y de un claro y flagrante ataque combinado de fuerzas bacteriológicas a mi deprimido (deprimido por la vuelta al trabajo claro) sistema inmune que me ha tenido en jaque un par de días aquí estoy de vuelta.

La experiencia en Yucatán ha sido muy buena. Aunque fuese por muy pocos días, me reencontré conmigo mismo viajando sólo en un sitio nuevo, y eso llevó a sensaciones familiares y añoradas (aunque mucho menos profundas) a las que (d)escribí durante mi viaje por Tailandia. El resto de días que pasé allí con amigos fueron geniales y guardo recuerdos impagables. Y fue todo un acierto la elección de las fechas fuera de temporada alta que nos permitió hacer un viaje improvisado en su mayor parte y a la carta. Entraré en detalles de lo hecho en otro post (tan sólo puedo prometer que la intención existe, no que se vaya a hacer realidad). Por de pronto Nachete ya tiene colgadas algunas de las fotos del viaje en Picasa, así que aquellos de vosotros que quieran pueden ir abriendo boca antes de que lleguen las mías. Por si acaso echadlas un vistazo que me conozco!

Lo que más me ha gustado de este viaje es recuperar la sensación de llegar a un sítio y sentir que me estaba quedando en la superficie, de que el Yucatán todavía ofrece oportunidades de vivir cosas bastante auténticas si uno dispone de los días suficientes y del carácter necesario para dejar atrás el turismo más fácil y la experiencia predigerida y disneylándica ofrecida al turista Cancunero tipo.

Me gustó por que unas de las razones que me llevó allí fue la de no repetir en las islas Hawaii. Donde la sensación más que esa es la de: Y esto es todo? Esto es Hawaii?

Soy consciente que va a sonar a vacilada, pero creedme, Hawaii no es para tanto, de hecho las islas Hawaiianas se parecen mucho más a nuestras queridas islas Canarias que a las Maldivas. Vamos, que por descontado son islas bonitas y que es indiscutible que tienen cosas interesantes que ver, y ciertas experiencias impagables, pero están lejos del paraíso que nos vendían Mecano con su canción o Hollywood con sus películas. Ocurre además que la cultura hawaiiana está muy diluida en la americana, hasta el punto que salvo el aspecto de los nativos no se adivina ningún rasgo cultural en la vida cotidiana que los diferencie del hortera (y/o afocardado) americano medio.

Así que estoy contento, creo que tomé la decisión adecuada, y sin menospreciar a Hawaii creo que es mucho más interesante lo que Centroamérica ofrece en casi todos los aspectos, (cultural, histórico, paradisíaco, bucemamador…). Ahora tengo la excusa perfecta para volver claro, y es que estaréis conmigo en que no puedo privar a mi Rebe de ver aquello!