2008/05/11

El "Toque" Frasier Crane

Como si estuviera viendo, desde ya mismo, la sonrisa en la cara de algunos de mis familiares más queridos... que se le va a hacer! a uno le tocasteis la fibra sensible cuando estuvo en Barcelona...

Debo reconocer que por mucho que he hecho por acostumbrarme a la incultura culinaria estadounidense hay cosas que no he podido superar, una de ellas el café americano: "eso" tomado en una taza de tamaño cubo de playa que más que café parece agua después de haber fregado el suelo de unos urinarios públicos, no termina de ir conmigo. Y eso que vivimos en Seattle, la cuna de Starbucks, uno de lo sitios con mayor cultura cafetera en este gran país!. De esto no me di realmente cuenta hasta que una breve visita a mi familia catalana no me descubrió las maravillas del sistema Nespresso: Un auténtico reencuentro con el café de calidad, y lo mejor de todo es que estaba hecho a prueba de Vagos por Naturaleza. Un sistema limpio, facil, y el resultado muy pero que muy decente: expressos con su justa espuma listos para tomar en 20 segundos.

Sin tener claro si tal "exquisitez cafeteril" iba a poder encontrarla aqui en Seattle, una de las primeras cosas que hice fue buscar en internet cuando llegue a casa. Si bien no había ninguna boutique de Nespresso en la ciudad y la única en Estados Unidos se encontraba (y encuentra) en New York (la marca tiene intención de abrir 40 más de aqui al 2011 en America del Norte) sí que era posible, para mi grata sorpresa, adquirir todo lo necesario via internet a través del Nespresso Club Members US.

El resto es historia. Ahora tengo un preciosa máquina Le Cube D185 de Krups de color titanio y algúna fruslería más y disfruto por fín de buen café en casa.

El sistema satisface no sólo mi paladar, si no mi lado más snob también: Desde las elegantes máquinas a las cápsulas de café de distintos mezclas e intensidades identificadas en distinguidos colores (incluyendo algunas en edición limitada que salen en primavera y otoño), pasando por la amplia gama de complementos desde Coffrets de degustación de fibras de madera lacada en color ébano a sistemas como el Aeroccino para obtener espuma de leche ligera y cremosa, y pasando por bandejas de presentación, finas galletas crujientes, azúcares mikado o petit charrets de chocolate con leche, todo está cuidado con un gusto exquisito.

Poco más que añadir. Bueno sí, acompañese el momento de la toma con buena música downtempo o nu-jazz, como la del "Days to Come" de Bonobo, el "Noah's Ark" de Cocoroise, el "Shop Worn Angel" de Urban Dwellers o cualquiera de The Cinematic Orchestra y observe por la ventana de su casa. Si lo que ve a través de ella es el skyline de la Ciudad de Seattle, bajo un manto de nubes que presagian lluvia, se sentirá más Frasier Crane que nunca. Asegurado.